lunes, 1 de junio de 2015

Como evitar la voz pasiva cuando escribes

La voz pasiva es el recurso del escritor novato, es una forma de escribir medrosa y llena de miedo. Esto tampoco significa que debas eliminar por completo la voz pasiva de todos tus escritos, nada más lejos, sólo significa que debes saber usarla. Voy a intentar explicarte esto de forma sencilla.


Cuando usamos la voz activa estamos contando quién está haciendo qué de forma directa. Las frases de forma activa suelen seguir el patrón: alguien (nombre) hace algo (verbo). El que hace la acción suele ser el sujeto de ese predicado.
El chico lanzó la pelota. Rompió una lámpara y cayó en la fuente, mojando a una paloma soñolienta.
Cuando usamos la voz pasiva, el verbo necesita un recipiente, alguien o algo sobre lo que la acción es realizada, ese será el sujeto del verbo. El que realiza la acción (si es que se incluye en la frase) será un simple modificador del verbo.
La pelota fue lanzada por el chico. La lámpara fue rota por la pelota, y una paloma fue mojada al caer la pelota en la fuente.
No sé como lo veréis pero yo me quedo con la primera frase. Las personas no usamos la voz pasiva para hablar, por tanto, tú tampoco deberías usarla para escribir. La voz activa da una imagen mucho más clara de lo que está pasando realmente. Además las frases pasivas, tampoco son estructuras bonitas, en realidad sólo la parte de “La pelota fue lanzada“, parece estéticamente correcta, el resto es una pesadilla.

La voz pasiva en los personajes

Muchos escritores usan la voz pasiva para ocultar la verdadera la identidad de sus personajes. A veces, la usan para mentir o tratar de ocultar una realidad, muy a menudo se usa este recurso para quitarse las culpas de alguna situación. Por ejemplo:
A) Le he dado a tu coche.
B) Parece que tu coche ha sido golpeado.
En el segundo ejemplo podemos ver que no se admite ninguna culpa en lo ocurrido.
Esta técnica se usa, sobre todo, en escritos oficiales, los gobiernos y los abogados son maestros en el uso de la voz pasiva (sobre todo los abogados), ya que resulta perfecta para evitar responsabilidades y para proteger la reputación de las entidades. Por ejemplo:
A) Algunos protocolos de seguridad se han vuelto más flexibles en orden de maximizar la productividad.
B) El dueño de la fábrica os ha quitado los cascos de seguridad para ahorrarse dinero.
La segunda frase expresa con mayor claridad la situación. Con la voz activa obtendremos siempre una mayor claridad de expresión y un mayor entendimiento por parte de los lectores. Incluso cuando usan la voz activa, los escritos gubernamentales y oficiales, suelen referirse a entidades como “los mercados”, “la naturaleza humana” o “la economía”, que no son más que otras formas de voz pasiva.
A menos que trabajes en un libro de promoción o que te dediques a la propaganda, siempre debes escribir pensando en el lector y en lo que resulta mejor para él. Necesitas que el lector confíe en tus palabras, no importa si escribes ficción o no-ficción, tus escritos deben reflejar la verdad, simple y llanamente.
La voz activa ayuda a tu personaje a enfrentarse a la verdad, a mostrarse sincero. Hay excepciones, claro, como cuando tu personaje no acepta, no quiere aceptar o prefiere esconder la verdad. La voz pasiva está muy bien cuando quieres mostrar las limitaciones de tu narrador, pero no la uses para ser innecesariamente vago en tus descripciones.
Algunos estudios demuestra que muchas personas tienen problemas a la hora de comprender el significado de las frases en pasiva. No me sorprende, porque la voz pasiva es enrevesada y poco clara. Resulta complicado saber qué está pasando si no tienes claro quién hace qué. El escritor necesita ser claro y específico.

Actores inconscientes

Otra forma de usar la voz pasiva de forma adecuada es para describir situaciones en las que la acción se lleva a cabo por una entidad inconsciente. En el caso de: “…la paloma fue mojada por el agua…” La frase no suena mal, ya que no estamos tratando de evitar una responsabilidad, estamos asignando una acción al agua, que es algo sin conciencia, y por eso la voz pasiva sí sería una buena opción en este caso.
Aunque también sería muy interesante que tratases esas entidades como seres conscientes. No hay nada de malo en la frase: “el chorro de agua mojó a la paloma“.
En términos generales cuanta más acción incluya tu texto más sencillo te resultará captar la atención de tus lectores. Sabiendo esto, los escritores suelen usar la voz activa para referirse a objetos inanimados, de hecho las frases tipo: “el sol tostaba la cabeza del campesino“, son todo un cliché. Los lectores ya saben que el sol no intenta tostar la cabeza de nadie de forma consciente, y la frase es mucho más agradable que: “la cabeza del campesino estaba siendo tostado por el sol“.
Por otra parte, usar la voz activa en objetos inanimados, te ofrece la posibilidad de desarrollar escenas en las que profundizar en la personalidad de tus personajes, por ejemplo:
“El sol tostaba la cabeza del campesino, castigándolo por su estupidez. El hombre se secó el sudor de la frente con el sucio pañuelo, reconociendo que quedarse en aquellas tierras no fue una buena idea.”
El sol no castiga a nadie por voluntad propia, sin embargo, funciona muy bien para reflejar el estado de abatimiento de nuestro protagonista. Aquí nos muestra parte de la personalidad del campesino, que, por alguna razón, se arrepiente de haberse quedado en sus tierras.

Más acción

A parte del conflicto entre la voz activa y la voz pasiva, hay otra forma de “darle vidilla” a nuestros escritos: usar verbos de acción, en lugar de verbos copulativos.  Por ejemplo:
La sopa estaba caliente.
Esta frase está escrita en voz activa y no tiene nada de malo, sin embargo, el verbo “estar” parece pasivo porque describe el estado de la sopa, en lugar de ofrecer una acción visible.  Puedes dar más acción a tus escritos evitando (en lo posible) los verbos copulativos, siempre que puedas deberías reemplazarlos por otros verbos de acción. Por ejemplo, en el caso anterior:
La sopa burbujeaba y humeaba en la olla.
Otra forma de aligerar la acción sería reemplazar los verbos de acción, por otros más específicos. Tu héroe puede correr o, mejor todavía, puede esprintar, trotar o marchar. Cada verbo cambia ligeramente la forma en que percibiríamos la acción.

Un consejo final

Existe otro gran (y muy estúpido) fallo que cometemos todos los escritores, comenzar las frases con: “Hay”, “Había”, “Habían”…
“Había cuatro hombre de pie junto a la puerta”
Siempre que puedas cambia ese tipo de frases:
“Cuatro hombres esperaban junto a la puerta”
O, tal vez:
“Cuatro hombre merodeaban junto a la puerta”
Si te ha quedado claro felicidades, la voz pasiva es un tanto enrevesada

Si quieres saber más.
http://www.excentrya.es/evita-la-voz-pasiva/

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